Logo blanco del Palacio Episcopal de Segovia con la silueta del edificio y el nombre del palacio en tipografía clásica.

HÉRCULES EN EL PALACIO EPISCOPAL DE SEGOVIA

La fundación de Segovia

Diversas fuentes históricas presentan a Hércules como el fundador mítico de Segovia. Algunas de las más conocidas son la Estoria de Espanna de Alfonso X y las Historias de la insigne ciudad de Segovia escritas por Diego de Colmenares. Además, otros personajes como Al-Razi en su Crónica, o Rodrigo Jiménez de Rada en De rebus Hispaniae, sitúan a Hércules como una figura clave en la historia de España.

Los textos cuentan que Hércules decidió establecer un asentamiento en la región de la Península Ibérica que hoy conocemos como Segovia. En algunas versiones se le atribuye también la construcción del acueducto de la ciudad.

Hércules en la fachada del Palacio Episcopal

La fachada principal del Palacio Episcopal de Segovia es un hermoso ejemplo de arquitectura renacentista española y de los valores ideológicos que Hércules adoptó en el imaginario colectivo de la época. A través de estas imágenes puede conectarse al héroe griego con la monarquía española y la expansión del cristianismo.

La construcción del Palacio Episcopal comenzó en 1550, dirigida por la influyente familia Salcedo, quienes destacaron a Hércules como símbolo de protección y justicia. Posteriormente, en 1755, el palacio sufrió una transformación bajo la dirección del obispo Juan José Murillo y Argáiz. Esta reforma incluyó la ampliación del edificio y la incorporación de elementos barrocos, que complementaron la estructura renacentista original. Durante esta fase, se conservó la iconografía de Hércules en la fachada y se incluyó el escudo del obispo sobre el friso.

En el centro, sobre la puerta de entrada, se observa una figura masculina envuelta por una serpiente. Probablemente represente a Hércules luchando contra Aqueloo, el dios del río más grande de Grecia. El motivo de la disputa entre ambos era la mano de Deyanira (“la que vence a los hombres”), quien se convertiría en la tercera esposa del héroe y quien provocaría su muerte al intentar no perder su amor. También existe la interpretación de que esta figura podría representar a Hércules luchando con las serpientes enviadas por Hera para matarlo en su cuna. Sin embargo, su aspecto juvenil no parece concordar con la escena. Un dato interesante es que este relieve parece basarse en el grabado The son of Laocoon entwined by a giant serpent  (1538) que realizó Cordelis Bos y que se conserva en el British Museum.

Primer plano del arco del Palacio Episcopal de Segovia con esculturas decorativas y un escudo en la parte superior.

A su lado, en la enjuta derecha de la puerta de entrada, Hércules es representado luchando con el león de Nemea, una de sus más conocidas proezas. Este relieve simboliza la victoria sobre la fuerza bruta y la superación de desafíos complicados. El grabado que sirvió de inspiración fue realizado por Giovanni Andrea Valvassore.

El león de Nemea era una bestia que asolaba la región de Nemea. El rey Euristeo le impuso a Hércules derrotarla como parte de sus doce trabajos. Sin embargo, la piel del león era impenetrable. El héroe tuvo que estrangularlo con sus propias manos y, después, usar las garras  de la bestia para desollarla. Más adelante utilizaría su piel para crear una armadura invulnerable.

elieve de Hércules luchando contra el León de Nemea en un edificio histórico, el Palacio Episcopal de Segovia

En la enjuta izquierda, Hércules aparece cargando las columnas que marcaban los límites del mundo conocido, los montes Calpe y Abila (las Columnas de Hércules). Esta imagen suele utilizarse para destacar su papel en la expansión de los límites del mundo civilizado.

¿Por qué Hércules hizo esta hazaña? Según la mitología, durante uno de sus trabajos, Hércules tuvo que viajar al extremo occidental del mundo para robar el ganado de Gerión, un monstruoso gigante que vivía en la isla de Eriteia. Durante su viaje, separó las montañas que unían África y Europa, creando el estrecho de Gibraltar. Posteriormente, colocaría columnas en Cádiz y Galicia para marcar los límites de su viaje. 

Relieve de Hércules cargando las conocidas como "columnas de Hércules" en un edificio histórico, el Palacio Episcopal de Segovia
Vista de un detalle de la fachada del Palacio Episcopal de Segovia con un gran portón verde y la torre de la Catedral de Segovia al fondo.
Fachada del Palacio Episcopal de Segovia con un arco de medio punto decorado con esculturas y relieves, ventanas con marcos de piedra y balcones de hierro forjado.

Hércules, la monarquía española y la Iglesia

La monarquía española asumió a Hércules como un ancestro mítico. Es por ello que, durante la Edad Media, su figura fue reinterpretada y adaptada para servir a los fines de los reyes cristianos, simbolizando la virtud y el poder, y comparándose sus hazañas con los logros de los emperadores. San Isidoro de Sevilla presentó la idea de que, además de benefactor de la Humanidad, Hércules se habría inmolado en Hispania después de haber conducido su ejército hasta los confines de la tierra.

Durante la Edad Moderna, Carlos V adopta el lema Plus Ultra para simbolizar la expansión y exploración de América. Esta frase deriva de la asociada al héroe cuando coloca sus columnas en los confines del mundo: Non plus Ultra, que significa “nada más allá”. Así Hércules queda vinculado a las aspiraciones territoriales de la dinastía de los Austrias y presenta a los monarcas como continuadores de la labor civilizadora del héroe en la Península Ibérica.

En resumen, se atribuyen los valores asociados al héroe a la casa real, como un medio de impulsar la visión caballeresca de esta, justificar su política bélica contra el islam y el protestantismo, y promover la exploración y evangelización del continente americano. 

En el caso de la Iglesia, Hércules se asimila como un símbolo de protector de la justicia y defensor de la fe cristiana. 

Para el Palacio Episcopal de Segovia, dicho fenómeno explica el mantenimiento de la iconografía hercúlea en la fachada y la incorporación a la misma del escudo del obispo Manuel Murillo y Argáiz. En el momento de construcción de la misma (1550), ya se había asimilado las ideas vinculadas a Hércules por parte de la monarquía y, por ende, la nobleza, así como por la Iglesia.

Conclusión

La iconografía de Hércules en la fachada principal del Palacio Episcopal de Segovia no solo embellece el edificio, sino que también transmite importantes valores morales e históricos. Las representaciones de sus trabajos y proezas narran la historia del héroe mitológico y su conexión con la historia y la expansión del cristianismo en España. Pues, aunque en principio Hércules era una figura pagana, el imaginario lo convirtió de forma progresiva en un caballero católico y el acto civilizador del héroe se equiparó a la misión evangelizadora de Santiago apóstol.

Se trata de una fenómeno similar a la transformación de la imagen de Cristo en un dios-héroe durante la Edad Media. Ambos personajes son incorporados como un símbolo militar y triunfal. Para dar un ejemplo concreto: Hércules ha sido asimilado como una evocación cristológica y el león de Nemea con el diablo o, genéricamente, con la muerte. De esta manera se produce una retroalimentación entre la iconografía laica y religiosa que crea una polivalencia simbólica. Una iconografía que convierte al Palacio Episcopal en un monumento significativo que une mitología y patrimonio, reflejando la historia y la identidad cultural de Segovia.

Bibliografía

  • De Colmenares, D. (1970). Historia de la insigne ciudad de Segovia (pp. 721-722). Academia de Historia y Arte de San Quirce.
  • Rodríguez de Antonio, Francisco de Paula. (2016). Arquitectura civil segoviana en el Plateresco (Tesis doctoral), Universidad Politécnica de Madrid).
  • Sánchez, J. R. C. (2009). El hombre de las serpientes: Hércules y Laocoonte en el renacimiento español. Temas de estética y arte, (23), 83-125.
  • Vallejo Naranjo, C. (2008). Lo caballeresco en la iconografía cristiana medieval. In Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (Vol. 30, No. 93, pp. 33-67). Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas.
  • Vignolo, P. (2012). Más allá de las columnas de Hércules: un emblema de la Modernidad temprana. Historia cultural desde Colombia. Categorias y debates. Eds. MS Herring Torres, AC Pérez Benavides, Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 139-164.
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Más info

Retrato de Juan de Briviesca

Autor: Jerónimo López Polanco
s.XVII
Óleo sobre tabla

Juan de Briviesca (1585-1629) fue un sacerdote conocido por su dedicación a la fe y vida austera. Conocemos muchos detalles de su vida por la obra «Vida del Venerable sacerdote Juan de Briviesca«, escrita por su amigo Luis Vázquez.

Este retrato fue realizado por Jerónimo López Polanco en 1619, cuando Briviesca tenía 34 años. Puede encuadrarse en el barroco temprano español, caracterizado por claroscuros y gran atención al detalle. Aquí se captura tanto la apariencia física como la profundidad espiritual del personaje. El texto inferior fue añadido en 1716 y ofrece una breve biografía del retratado.

Jarrón de opalina

Escuela espñaola
Segunda mitad del s.XX

Este jarrón de opalina, creado en la segunda mitad del siglo XX, está inspirado en el estilo imperio. Este estilo se originó a principios del siglo XIX durante el reinado de Napoleón Bonaparte y se caracteriza por su grandiosidad y el uso de elementos decorativos clásicos como guirnaldas, coronas de laurel y estrellas, que simbolizan poder y gloria.
Aunque, este jarrón es una creación del siglo XX, emula con precisión la estética y el lujo característicos del estilo imperio original. Con su gemelo, esta pareja refuerza su presencia y simetría en la decoración, aumentando el atractivo visual de la sala donde su colocaran.

Lámpara de petróleo

Escuela espñaola
Primera mitad del s.XX

Esta lámpara de petróleo es una muestra representativa de la artesanía española del primer tercio del siglo XX, un periodo en el que la iluminación con petróleo todavía era común antes de la generalización de la electricidad en todos los hogares. Las lámparas de petróleo no solo eran objetos utilitarios, sino también piezas decorativas que reflejaban el estilo y la elegancia de la época.  
Los detalles ornamentales reflejan las influencias estilísticas de la época, posiblemente el Art Nouveau o el Historicismo, estilos que prevalecieron en las artes decorativas del periodo.

Tapiz "La Elevación de la Cruz"

Autor: Pedro Pablo Rubens
Manufactura: Jean-Baptiste Vermillion
s.XVIII

Esta obra textil recrea el tríptico de Pedro Pablo Rubens, La Elevación de la Cruz, conservado en la Catedral de Nuestra Señora en Bruselas. El tapiz aprovecha el formato tríptico para representar un momento clave de la Pasión de Cristo, capturando fielmente la esencia emocional y artística de la pintura de Rubens.

Jean-Baptiste Vermillion, conocido también como De Lana, destacó como un tejedor relevante en Bruselas durante el siglo XVIII. Tras tomar el control del taller de Jeroen Le Clerc en 1722, obtuvo privilegios significativos que reforzaron su prestigio dentro del ámbito textil. Fue nombrado decano de su gremio en 1726, y su influencia se mantuvo a lo largo de los años, a pesar de cerrar su taller en Bruselas en 1732 y sus intentos posteriores de establecer otro en Huy hasta 1741.

Virgen con el niño

s.XVI
Óleo sobre tabla

Copia del cuadro «La Virgen y el Niño en el paisaje vespertino» de Tiziano. El original fue pintado en Venecia entre 1550 y 1560 por orden del rey Felipe II. Estuvo mucho tiempo conservado en la sacristía del Escorial . Actualmente se exhibe en la galería Alte Pinakothek de Múnich .

La composición recuerda a las composiciones de Raffaello, pero el paisaje tranquilo y el cielo son típico de la pintura veneciana. Un estilo que también influirá a El Greco. Se trata de una de las obras más directas y cautivadoras del último período del pintor. 

Calvario

Autor: Jan van Scorel
s.XVI
Óleo sobre tabla

El cuadro «El Calvario», atribuido a Jan van Scorel y datado en el siglo XVI, es una obra de gran intensidad emocional y detallismo. En esta tabla se representa la crucifixión de Cristo con una composición equilibrada. Las figuras de la Virgen María, María Magdalena y San Juan muestran un meticuloso trabajo en sus vestimentas y expresiones, resaltando la habilidad de Van Scorel en capturar la humanidad del momento. El uso del color y la luz contribuye a enfatizar la solemnidad de la escena, mientras que el fondo enmarca la escena, demostrando la influencia del arte renacentista en esta obra.

Santo Entierro

s.XVI
Óleo sobre tabla

La pintura representa la escena del entierro de Cristo, con los personajes dispuestos alrededor de su cuerpo en un momento de profundo dolor y reverencia. Destacan las expresiones faciales y los gestos de los personajes, así como el meticuloso trabajo en las vestimentas. El uso del color y la luz resalta el dramatismo de la escena, mientras que el fondo con elementos arquitectónicos y naturales enmarca la composición con gran precisión, demostrando la maestría del autor anónimo.

La Ascensión

s.XV
Maestro de los Claveles
Óleo y temple sobre tabla

El Maestro de los Claveles, recibe su nombre por la flor que suele estar presente en sus obras. Vinculado al taller del Maestro de Ávila, sus tablas son ejemplos de la síntesis hispanoflamenca del siglo XV en Castilla, caracterizadas por el horror vacui, el detallismo de los brocados, y fondos con castillos y escenas urbanas. En su obra destaca la técnica cuidada y el dibujo preciso.

Predela de los apóstoles

s.XVI
Óleo sobre tabla

La predela es una sección horizontal que se ubica en la parte inferior de un retablo. Habitualmente se encuentra dividida en cajas o «casamentos»; y se utiliza para complementar las escenas del retablo principal con imágenes de un formato más pequeño. 

En esta predela se representa, de izquierda a derecha, a: San Andrés, San Bartolomé, San Pedro, San Pablo, Santiago y San Juan. De este último destaca la iconografía elegida (copa de la que emerge un dragón), la cual fue prohibida por el Concilio de Trento. Un detalle que, no solo confirma la datación de la obra, sino que también resalta su importancia en el registro histórico de la iconografía religiosa.

Corona de la Virgen de la Fuencisla

s.XVI
Diseño: Florentino Trapero
Orfebre: Otero y Riopérez

La Corona de Nuestra Señora de la Fuencisla es un símbolo de la realeza y santidad de la Virgen María. Su uso en imágenes marianas tiene sus raíces en la práctica de coronar figuras sagradas como muestra de veneración. Una tradición que se consolida en la Edad Media y el Renacimiento, cuando se busca resaltar la importancia y el carácter divino de las figuras religiosas. En la actualidad, continúa utilizándose, junto con la del Niño, para adornar a la Virgen durante la Semana Santa en Segovia

Cruz procesional

s.XVI
Orfebre: Antonio Oquendo

La cruz procesional simboliza la redención, el sacrificio de Cristo y su victoria sobre la muerte. . A nivel estructural tiene 3 elementos: vástago, macolla o nudo, y cruz. Puede denominarse también CRUZ ALZADA, que hace referencia a las cruces procesionales que se sujetan con una vara.

Rostrillo

s.XVIII
Orfebre: Lorenzo Cantero

Adorno que se coloca alrededor de la cara de las imágenes de la Virgen. El origen del rostrillo se encuentra en el complemento que usaban las mujeres para enmarcar su rostro y tapar el pelo. En el s.XVI se asocia a las viudas. Posteriormente, la escultura religiosa adopta este adorno para mostrar el luto de la Virgen por la muerte de su Hijo.

Esta pieza procede de la iglesia de San Miguel Arcángel (Segovia).

Naveta

s.XVI
Orfebre: Diego de Olmedo

Habitualmente se colocan en el altar, cerca del sagrario o del lugar donde se conserva el Santísimo Sacramento. Su forma de barco en la liturgia católica está motivada por su simbolismo. Representan la Iglesia como una embarcación que guía a los fieles hacia la salvación. Durante la Eucaristía, se utilizan junto con el incensario para quemar incienso, simbolizando la oración ascendiendo al cielo.

Cruz procesional

s.XIV

Destinada a presidir las ceremonias más importantes y encabeza procesiones, entierros, así como las diversas celebraciones en que participa la comunidad católica. Se inciensa por ser signo de Salvación. Esta pieza posee alma de madera sobre la que se adhieren las chapas de plata, blanca o dorada, mediante clavos. A nivel estructural tiene 3 elementos: vástago, macolla o nudo, y cruz.

Asunción de la Virgen

s.XIII

Altorrelieve policromado en alabastro datado del siglo XV perteneciente a la escuela inglesa. En él se representa la Asunción de la Virgen. María es elevada al cielo por ángeles, lo que simboliza su santidad y conexión celestial. La posición de sus manos en oración, denota humildad y aceptación de la voluntad divina. La corona enfatizan su realeza y pureza; y la aureola, su santidad y presencia divina.

San Mateo

s.XV

Esta escultura en alabastro de San Mateo, uno de los cuatro evangelistas, es obra de Sebastián de Almonacid del siglo XV.
 
En ella se observa a Mateo con dos de sus identificadores principales: el libro del Evangelio, y un ángel, su elemento antropomorfo. Almonacid, maestro de la transición gótico-renacentista, plasmó en la pieza la sobriedad y la humanidad propias del realismo nórdico. 

Arcángel San Gabriel

s.XVIII

Conocido como el mensajero de Dios. Simboliza la revelación y la verdad. Gabriel inspira a los fieles a escuchar su intuición y mensajes divinos, representando la comunicación, la esperanza y la fuerza.

Capitel

s.XIII

Capitel del siglo XIII, tallado en piedra caliza y de autoría anónima, que ilustra tres episodios clave del cristianismo. Un hecho que sitúa esta pieza como ejemplo de la narrativa visual medieval y el simbolismo religioso de la época.

  1. La Anunciación, en la que destaca el arcángel Gabriel mientras revela a María su destino como madre del Mesías.
  2. Tentación de Jesús, cuando rechaza a Satanás en el desierto.
  3. San Pedro portando las llaves celestiales, un presagiando de su liderazgo en la Iglesia. 

Capitel

s.XIII

Adornado con arpías y aves del paraíso. Las primeras simbolizan la lujuria y los vicios terrenales según la moralidad cristiana medieval.

A nivel iconográfico combina rostro humano, cuerpo de ave, pezuñas de caprino y cola de serpiente. Esta última la diferencia de las sirenas y refleja la influencia de la iconografía clásica. La capucha remite a los infieles, en particular a los musulmanes, en el contexto de las cruzadas.

Se trata de una pieza que testimonia la didáctica visual de la época y que instruía sobre el pecado y la redención.

Silla de caderas

Escuela española
Primer tercio del s.XX

También conocida como florentina, dantesca o jamuga. Se trata de un asiento plegable de doble tijera, que surge en Italia durante la Baja Edad Media, como resultado de la evolución de la silla de tijera. Sin embargo, esta tipología también es común en otros países europeos. En algunos de ellos fueron asientos de honor hasta el siglo XVII.
Progresivamente pierden importancia en favor de las sillas de brazos, pero durante el siglo XIX y XX vuelven a producirse por considerarse una producción típica española. Este ejemplar imita las originales de época renacentista y posee una gemela en las colecciones del Palacio Episcopal.

Entredós

Estilo imperial
Segunda mitad del s.XVIII

El origen de este mueble se sitúa en Francia en el siglo XVIII. Se trata de un armario bajo con puertas al frente y, generalmente, de poco fondo. Su nombre procede de su ubicación más habitual, los paños de pared entre ventanas. Solían producirse en parejas y tuvo gran aceptación durante el siglo XIX.
En el centro de las puertas de este entredós hay dos escenas pintadas sobre sendas placas de porcelana. En ellas se representan arquitecturas de carácter popular. El resto del frente presenta diferentes motivos en bronce dorado a fuego.

Épergne

Escuela española
s.XIX-XX

Desde el siglo XVII se disponen en la mesa diferentes elementos que progresivamente han adoptado una función meramente decorativa. Entre ellos se encuentran los centros de mesa, el frutero o el conocido como “épergne”. Este último fue introducido desde Francia en el s.XVIII y solía utilizarse para contener cualquier tipo de comida o postre. Las argollas situadas bajo los leones alados de sus extremos podrían indicar que, inicialmente, estaba configurado por otros elementos.

Capitel

s.XIII

Decorado con arpías y aves del paraíso. Las primeras simbolizan la lujuria y los vicios terrenales en la moralidad cristiana medieval. A nivel iconográfico combinan rostro humano, cuerpo de ave, pezuñas de caprino y cola de serpiente. Este último atributo las diferencia de las sirenas y refleja la influencia de la iconografía clásica. La capucha remite a los infieles, en particular a los musulmanes, en el contexto de las Cruzadas. Se trata de una pieza que testimonia la didáctica visual medieval, que instruía sobre el pecado y la redención.